Hoy Burgos se ha levantado con una estampa nevada. Esto es algo cada vez más inusual en nuestra ciudad, lamentablemente. Aprovechando esa fotografía en la que se ven las famosas agujas de nuestra catedral al fondo, quiero aprovechar para comentar que, además de decorar nuestro insigne monumento, en su día tuvieron otras funciones algo sorprendentes. Según el libro de Rafael Pampliega sobre el Pontido y otras dependencias de la catedral cuando las cárceles del husillo de la catedral de Burgos estaban llenas de “clientes” y el número de casos delictivos se les amontonaba el cabildo se vio obligado a acondicionar otros espacios para utilizarlos como prisiones. Estos nuevos recintos estuvieron ubicados en las torres de la catedral en momentos muy concretos de la historia de la catedral. Madre mía que frío… Ahora seguro que buenas vistas tenían esos “clientes”… Si te apetece seguir conociendo más datos curiosos de la catedral, no dudes en contactarme para una visita guiada por Burgos